Ropa limpia

Es natural que cuando nuestra ropa y cuerpo están sucios, que
nuestra mente también se sienta sucia.

Ajahn Chah explica el porque es importante llevar a cabo y mantener una vida virtuosa, con principios morales y estar siempre atentos a nuestros actos, palabras y pensamientos.

La ropa ha sido diseñada no solo para generar una impresión sobre aquellos que la visten, si no también hacia quienes la ven, no es lo mismo ver a un monje budista vestido con su clásica ropa anaranjada que verlo de traje entero, gel en el cabello y anteojos oscuros.

Las modas tienen mucho por lo cual se les puede criticar, eso no está en tela de duda, sin embargo, más allá de simples estándares sociales, aquello que nos colocamos nos ayuda establecer un estado mental. Como lo dice Ajahn Chah, tanto la ropa como el estado del cuerpo tienen este potencial.

Cuantas veces no queremos hacer algo porque nos sentimos sucios, quizá algo tan simple y común como el sudor, o tal vez algo menos frecuente como el barro. Estas situaciones crean barreras no solo físicas al ser imposible quizá comer con las manos llenas de alguna sustancia peligrosa, si no también afectan la mente, cambian completamente el estado de animo y la capacidad de actuar.

En la tradición budista se sigue de manera muy atenta una serie de principios que están orientados hacia la virtud, a mantener una vida libre de arrepentimientos. Si bien es cierto dicha práctica ayuda a evitar el Karma negativo y por supuesto es en si un gran beneficio ya que no se está haciendo daño a otros seres vivos, no es el fin último de la misma, es parte del camino.

Estos actos son para la mente tan importantes como la ropa y el estado de nuestro cuerpo, no es posible sentarse a meditar con la mente intranquila, no es posible ayudar de forma plena a otros seres y practicar la compasión con un pesar colgando en nuestra conciencia.

Preste atención en todo momento al estado de la mente, cada momento cuenta, mantenga atención plena a la práctica, a diferencia de la ropa todas las manchas de la vida son posibles de quitar, no hay nada que la mente no pueda superar