La Mente y las Flechas

Tal como un archero endereza su flecha, de igual manera un hombre con discernimiento endereza su mente, tan inestable y voluble, tan difícil de cuidar.
Dhammapada 33

La mente controla todo, es la fuente de todo, es la base de todo. Esto se menciona repetidamente en los textos budistas de una y mil maneras por una razón muy importante y es que la mente es la base de todo, controla todo, es la fuente de todo!


Hay quienes argumentan que su mente no fue la generadora de que los despidieran, o bien de que estuvieran en un accidente automotriz u otras situaciones apremiantes similares. Esto es cierto, la mente no es la creadora de todos los hechos físicos, de aquello que es posible percibir con los sentidos, estos son hechos que suceden por otros motivos.

La mente es la generadora de los estamos mentales, del sufrimiento, de la alegría, de la paz, de la tristeza, es la generadora de la realidad en la que vivimos independientemente de todos estos hechos externos que puedan ocurrir.

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Imagine que estos hechos que ocurren en la vida cotidiana son un cuadro en blanco, en si, ellos existen, eso no está en duda aquí, suceden fuera de nosotros y simplemente somos capaces de percibirlos, tal como este cuadro en blanco.

La mente tiene la capacidad de decidir que pintar en este cuadro, puede ser una obra maestra de gran belleza por sus colores y matices, o bien puede ser una obra maestra por sus imágenes perturbadoras y sombras oscuras.

Una mente recta y con discernimiento tiene la capacidad de tomar los hechos que ocurren en la vida y analizarlos con entendimiento, sin imponer ideas preconcebidas respecto a como deber ser las cosas, al contar con la capacidad de dirigir los pensamientos con la estabilidad que un arquero dirige las flechas es posible tener una percepción correcta de la vida, entendiendo que las cosas simplemente suceden, que no nos suceden a nosotros y que además son pasajeras.

Usted es el pintor, el cuadro es la vida y la mente es la brocha. Afortunadamente estamos en la era digital, no estamos trabajando con un cincel y piedra de manera que es posible modificar los contenidos del cuadro cuando así lo decidamos.

Trabaje constantemente en afinar la mente, es mantenerla estable y recta, de esta manera siempre pintará cuadros que quiera volver a ver y sentirse feliz.

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