Abrirse ante la situación

'No fue placentero, pero tuve paz, porque pude abrirme ante la situación'
- Thiradhammo
Este monje nos brinda una gran cantidad de sabiduría en una simple oración, con palabras claras nos da mucho en que pensar y para trabajar.

En una de sus charlas nos cuenta cómo es distinto el concepto de placer y paz, lo cual también nos lleva al concepto de felicidad. Generalmente se asocian juntos al placer y la felicidad, además se les considera como los dos fines últimos en la vida, se ha puesto cada vez más de moda el uso del concepto clásico de 'hedonismo', relacionándolo principal, y en ocasiones de forma exclusiva, con la búsqueda de placer por medio de estímulos físicos, sensoriales y placeres mundanos. Y es fácil caer en este engaño, una recompensa inmediata es muy atractiva y hace un excelente argumento a su favor, sin embargo, no es más que eso, un simple engaño que eventualmente se gasta y pierde su efecto.

El budismo plantea otro camino, una alternativa que trabaja en el largo plazo,
que no cuenta con ese elemento seductor y abrumador que acompaña a un estímulo fuerte de placer, pero que si cuenta con la posibilidad de perdurar en el largo plazo.

Muchas veces se pierde de vista que la felicidad tiene la misma naturaleza de insatisfacción que la tristeza, Ajahn Chah lo explica comparando la tristeza o dolor con la cabeza de una culebra y la felicidad con la cola de la misma. No importa de cual extremo se le toque, siempre existe la posibilidad de que la misma lo pique, el resultado es siempre el mismo.

Entonces, si la felicidad y la tristeza son ambos de la misma naturaleza y ambos llevan eventualmente al sufrimiento y ninguno de estos caminos tiene el potencial de satisfacernos como deseamos ¿Qué alternativa existe? ¿Qué opción tenemos? El camino a seguir es mucho más sencillo, estamos más cerca de el de lo que nos imaginamos, es 'Vivir en Paz'. Si logramos ver que existe la posibilidad de llevar la mente a un estado de tranquilidad, un estado de liberación de todo, dejar ir tanto las penas como las alegrías, tanto el dolor como el placer, la tristeza y la felicidad, dejar ir todo y vivir sin apegos hasta encontrar un estado de paz donde no hay nada que perder ni nada que ganar y por tanto nada por lo cual sufrir.

Esto es lo que significa 'abrirse ante la situación', es aceptar lo que venga tal como es, sin anteponer nuestras ideas de como debe ser, sin esperar resultados ilusorios y por tanto, sin decepcionarse cuando nada de esto suceda. Existe otra opción y es mucho más sencilla, mucho más duradera y mucho más efectiva. Paz.

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