Una mente calma

'Esa respuesta que se busca nunca viene cuando la mente está ocupada, solo viene cuando la mente está en calma'
No estoy seguro de la fuente de este refrán, lo he visto en repetidas ocasiones, sin embargo, es perfecto para ejemplificar el uso de Samatha en la meditación.

Hay dos formas de ver lo que le sucede a una mente alterada, por un lado se puede decir que esta pierde su enfoque y dirección, o por otro lado, se puede pensar que estos mismos elementos toman vida propia y se centran en el elemento que la está alterando.

Por ejemplo, si estamos sujetos a un problema con una persona y esto logra hacer a la mente perder su estado de calma, toda su atención será dirigida hacia esta situación, todo se pintará de su color y es difícil obtener respuestas claras.

Samatha es la capacidad de estar en calma y de brindar atención a un objeto a voluntad propia, no a discreción de la mente.

Image courtesy of sakhorn38 at FreeDigitalPhotos.net
La concentración es además una de las tres divisiones del camino óctuple, por lo cual se puede ver su importancia para la práctica diaria, no solo para la meditación formal, es de utilidad para todo momento del día y para la vida.

Las imágenes del Buda son utilizadas con el propósito de recordarnos entre otras cosas la importancia de este elemento, sus ojos en reposo y su rostro impávido son capaces de traernos de vuelta al momento y apaciguar nuestra propia mente. Tener imágenes (no precisamente del Buda) u objetos capaces de ayudarnos a lograr este objetivo es de suma ayuda para la práctica diaria.

Hágase las siguientes preguntas:
¿Qué forma tiene la calma?
¿Cómo se siente?
¿Está presente en este preciso momento?

Tome un momento para respirar, ver como este simple ejercicio le brinda calma y quietud a la mente, cierre los ojos, lleve la atención a la respiración, sin controlarla, simplemente observándola, deje las preocupaciones del momento ir, ni siquiera se despida de ellas, solo observe como solas se alejan con el simple hecho de llevar su atención a la respiración. Después de unos momentos es posible percibir con una nueva mente todo lo que percibimos como realidad.

Haga ahora esta preguntas:
¿Cómo está la mente?
¿Se siente igual que hace unos momentos?

Tome unos minutos de su día y haga este ejercicio, compruebe por si mismo.


Cambie su mente y su vida cambia.

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