¿Es la mente nuestro peor enemigo?

Cuanto daño pueda hacer un enemigo a otro, u odio pueda infringir una persona a otra,  una mente mal dirigida nos puede ejercer aun más daño.

-Dhammapada 42

Los grandes viajeros de la era moderna son recordados por sus recorridos alrededor del mundo, el descubrimiento de lo que se consideraba tierras desconocidas, nuevas culturas, la forma en que narran sus encuentros y las maravillas que se iban revelando nos brindan una nueva perspectiva de la vida.

Los grandes conquistadores tienen reconocimientos similares por los enemigos que derrotaron, por defender a la sociedad de amenazas externas que hubieran infringido grandes sufrimientos de no ser detenidos.

Sin embargo, la investigación de la mente es el mayor logro que cualquier persona puede obtener, ir a lo más profundo de este fenómeno y comprenderlo, y aún más aceptarlo, es un reto sin comparación y el que es capaz de brindar los mejores beneficio para la vida.

Una vez leí un refrán que decía: Si tratáramos a nuestros amigos como nos tratamos a nosotros mismos, no tendríamos amigos.

Esta frase rescata un hecho muy importante y es el descuido que generalmente tenemos de nuestra mente, ¿Cómo llegamos a dejarla divagar y actuar de esta manera? Es costumbre dedicar la vida a cuidarnos del ataque externo, de fuerzas nuevas y desconocidas que nos acechan, es casi una paranoia en la cual generalmente se llega a vivir buscando las causas de nuestra infelicidad en factores externos.

La mente es nuestro mayor recurso y no lo comprendemos, lo descuidamos a tal punto que se convierte en nuestro mayor enemigo, la mayor fuente de frustraciones y sufrimiento. La meditación es nuestro principal aliado para corregir este gran error en el cual recaemos. La meditación es el camino de exploración última para ese viaje del que no querrá regresar.

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No existen tierras lejanas ni culturas ajenas con tanta riqueza como lo que nos aguarda en los rincones de nuestra propia mente, ahí está todo lo que ocupamos para ser felices, para comprender el mundo que nos rodea y hasta para vivir en paz no solo con aquellos que nos rodean, si no más importante, con nosotros mismos.

Si aprendemos a comprender la mente, a vivir nuevamente en paz con ella y a tratarnos a nosotros mismos como el mayor amigo que tenemos la vida cambiará por completo.

¿Acepta el reto? Descubra lo que su mente le quiere decir.