Apreciar o huir del sufrimiento

Recientemente leía un texto de Upasika Kee Nanayon respecto al tema de los padecimientos mientras se está meditando.

Un principio básico de la vida es el que en Budismo Theravada se conoce como 'Becoming' o 'Convertirse', el término como muchos otros es bastante confuso gracias a las dificultades de traducción, en Pali el término es Tanha. En este caso el término de 'Convertirse' se refiere al constante esfuerzo que llevamos a cabo para cambiar nuestra interacción con el resto del mundo. Cuando percibimos un sentimiento negativo, ya sea en el cuerpo o la mente, inmediatamente buscamos eliminarlo, que desaparezca lo antes posible, por otro lado, cuando percibimos un sentimiento positivo, buscamos aumentarlo, maximizarlo, no queremos que desaparezca, finalmente, cuando el sentimiento es neutro, queremos simplemente que el mismo se quede el mayor tiempo posible.
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Vivimos en mundo de engaño pensando que esta batalla tiene algún fin satisfactorio, que algún día vamos a eliminar todos los sentimientos negativos o que vamos a vivir en un estado eterno de placer o al menos de indiferencia.

Esto es lo que nos enseña Upasika Kee Nanayon en su texto, el aprovechar los momentos de enfermedad y pena para comprender que todo es pasajero y que nada tiene forma en si mismo. Ambos son conceptos usualmente difíciles de comprender gracias a su increíble simplicidad y a que únicamente la práctica nos permite comprenderlos. Lo importante a rescatar es la posibilidad de tomar estos momentos como una oportunidad maravillosa para comprender lo que está sucediendo y aún más importante, lo posibilidad de evitar el sufrimiento.

Es imposible eliminar los sentimientos, ni los positivos, ni los negativos, ellos seguirán apareciendo, lo que si podemos hacer es no reaccionar ante los mismos, practicar el principio de ecuanimidad y no dejarnos alterar por los estímulos externos. Ni nuestra felicidad ni nuestra paz dependen de nada externo, todo se encuentra en la mente, en la forma en que percibimos e interaccionamos con el mundo y todo aquello que percibimos.

Un ejercicio común durante la meditación es llevar la atención hacia el sentimiento con el fin de desenmascararlo, cuando se huye de ellos en lugar de apaciguarlos, los mismos se incrementan, el dolor es más fuerte, el sufrimiento es mayor, por el contrario, cuando los afrontamos logramos ver su naturaleza vacía, se desvanecen, conforme más se haga esto, menos aparecerán y más fácil será convivir con ellos.

El ejercicio es muy sencillo y se puede llevar a cabo en la vida diaria, no es necesario esperar hasta la siguiente sesión de meditación. Cuando se presente algún sentimiento negativo tal como un dolor en la rodilla, estómago o inclusive tristeza o melancolía, haga las siguientes preguntas:
- ¿Dónde está el dolor/sentimiento?
- ¿Qué forma tiene?
- ¿Crece? ¿Disminuye?
- ¿Quién siente este dolor?

Entréguese por completo al sentimiento, no huya, no lo rechace, no lo busque, simplemente obsérvelo cuidadosamente, puede utilizar otras preguntas en tanto sean de investigación, no cuestione, simplemente observe.

Siéntase afortunado con cada oportunidad para explorar la realidad.

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