Ver con atención

La práctica de Vipassana, la cual es uno de los 2 aspectos de la meditación Budista Satipatthana, busca brindarnos la habilidad de ver las cosas con claridad, tal como son en si mismas, eliminando los adornos, los juicios de valor, las críticas, incluso dejando de lado los gustos, las preferencias, permitiendo percibir las cosas y eventos tal como realmente ocurren, lo que se persigue el quitar nuestra mente del camino.

La primer pregunta que viene a la mente es ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene eliminar esta serie de adornos?
En caso de ser situaciones negativas es quizá fácil ver los beneficios de una práctica como ésta, sin embargo, ¿Por qué querría yo quitar mi percepción de belleza? Después de todo, ¿Qué tiene de malo disfrutar un atardecer, una caricia, unas palabras de aliento?

La realidad es distinta de la verdad, las cosas nunca son tal como las percibimos, o como creemos que las percibimos. Es una práctica normal el evaluar todo aquello que percibimos por los sentidos, cada pensamiento, cada sensación, cada recuerdo es primero adornado con otra serie de recuerdos y experiencias, lo decoramos con gustos y preferencias, lo catalogamos, etiquetamos y modificamos a tal grado, que si fuera posible compararlo con otras personas, nos sorprenderíamos de la manera tan distinta en que se perciben todas las experiencias, o bien, eso que llamamos la 'verdad'.

El Budismo considera al placer y al dolor como dos caras de la misma moneda, ambos conducen al sufrimiento, uno de forma directa, el otro de forma indirecta. Cuando nos vemos frente a una situación que consideramos negativa, inmediatamente sufrimos, pero cuando experimentamos una situación placentera sufrimos cuando la misma termina, cuando nos vemos separados de ella.

Ajhan Chah compara la felicidad y la tristeza (o el dolor en general) con una culebra, la tristeza es la cabeza y la felicidad es la cola. Cuando tomamos la culebra por la cabeza ésta nos muerde inmediatamente, pero cuando la tomamos por la cola, puede tardar un poco más en hacer lo mismo, pero siempre lo hará.

Cuando miramos con atención, las cosas nunca son lo que parecen, las experiencias nunca son tal como las recordamos, ni siquiera sabemos como fueron originalmente en realidad, los recuerdos se distorsionan más y más con el paso del tiempo y cada vez a una taza más acelerada.

Cuando alguien nos grita en la calle, cuando perdemos un bien preciado, cuando ganamos un título de distinción, todas estas situaciones vienen acompañadas de todos los adornos y juicios que se mencionaron anteriormente, en estas modificaciones es justamente donde viene el sufrimiento, entonces, ¿Para qué traerlas?

Durante la meditación podemos hacer este ejercicio fácilmente, cuando viene un dolor o una disconformidad, con llevar la atención hacia esta experiencia, al observarla claramente, vemos como la misma cambia, se torna elusiva y eventualmente desaparece. De igual manera lo podemos hacer cuando la experiencia es placentera, tal como un bello recuerdo o un sentimiento en el cuerpo.

Es fácil aferrarse a los placeres, a las experiencias que consideramos positivas, pero no hay que dejarse engañar, hay algo más allá, algo mucho más duradero y que no tiene los problemas asociados que hemos visto.

Esto es lo que se busca mediante la meditación, encontrar esta alternativa, este 'Vipassana', el 'Sati' o Atención Plena como usualmente se le traduce.

En la siguiente sesión de meditación preste mucha atención a este sentimiento de paz, de tranquilidad plena que es característico de un estado en el que se ha dejado ir todo completamente, en el que hemos comprendido que nunca tuvimos nada en primer lugar.

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