El ego duele

Vamos caminando por la calle y alguien nos grita, nos insulta, inmediatamente reaccionamos, probablemente nos sentimos ofendidos, el enojo surge y hasta la frustración, gran cantidad de pensamientos nos invaden, la cara se pone roja, la cabeza duele.

Imaginemos otro escenario, alguien construye una casa al lado de nuestra propiedad, es una edificación bastante fea, grande, no tiene relación con nuestra casa, de hecho, afecta nuestra paz con lo fea que es, sin mencionar que ahora no tenemos la misma vista que antes, justamente la vista por la cual compramos ese terreno, ahora todo está arruinado. Las mismas reacciones de antes se hacen presentes, el enojo, la frustración, la angustia.

Un último escenario que podemos contemplar es no obtener un trabajo, uno por el que nos habíamos esforzado enormemente, preparándonos, practicando la entrevista, es el trabajo que habíamos estado esperando, completamente seguros que somos los indicados para el. Y grande es la sorpresa cuando no solo no lo obtenemos, si no que esa persona, que estamos seguros que no está capacitada, lo obtiene. Esas reacciones que ya conocemos bien se hacen presentes, ese dolor de cabeza y el zumbido que caracterizan ese entado mental de furia y frustración.

Estas situaciones quizá no sean todas de la vida diaria, pero si son reales y con solo leer de ellas probablemente podamos familiarizarnos y concordar con el hecho de que son bastante frustrantes. Lo que quizá no sea tan común es el analizar la razón por la cual este resultado surge con tanta facilidad y frecuencia.

El factor común de estos escenarios es la presencia de 'yo', aún más, 'yo' fui el efecto directo de todos estos acontecimientos, es casi como si todo el universo y todas las personas se reunieran a planear cómo hacerme sufrir!

Es fácil perder de vista el hecho de que existen otros actores en esta experiencia que llamamos vida, no todo gira en torno a nosotros, así como 'Yo' perdí mi vista, otra persona obtuvo su hogar, así como 'yo' perdí el trabajo que esperaba, otro obtuvo el trabajo que también esperaba y así como 'yo' fui insultado, quizá esa persona venía con mucha ira o depresión y solo ocupaba liberar algo de presión, sin tener mayor reparo de a quien le dirigía sus insultos.

El ego es una fuente inagotable de problemas, de sufrimiento, frustraciones, angustian y problemas sociales entre otros, en tanto centremos el análisis de las cosas hacia mi, estos resultados son inevitables.

Por el contrario, si hacemos una pausa para tomar el tiempo de analizar las cosas desde una nueva perspectiva, encontraremos nuevas formas de ver las cosas. comprenderemos que no somos los únicos jugadores de esta experiencia y que nada está aquí con el único propósito de hacernos felices o miserables, esto recae únicamente en nosotros.

Haga una pausa, respire, reconéctese con su mente y no sufra por ignorancia, o quizá, por vagancia.

Comments

Popular posts from this blog

Vivir sin odio

Como un sapo